Dogging: Follando en un Sex shop

En el estricto sentido de la palabra el dogging debe practicarse en lugares públicos, pero Madrid no es una ciudad que invite a ello fuera de la temporada estival.

Es posible que algunas parejas si lo hagan, pero o bien no salen del coche o tienen una piel curtida que les proteje del frío. No es mi caso, soy muy friolera y me gusta desnudarme, salir del coche y quedar expuesta ante todos los que pasen por la zona.

Tampoco creo que el frío extremo sea un buen afrodisiaco que ayude a vuestras erecciones.

Supongamos que conseguimos pasar por alto estos inconvenientes, vamos a El Pardo en pleno mes de enero y me folláis dejando mi coño rebosando de leche. Me estoy imaginando la foto... la leche al escurrirse hacia abajo empezaría a congelarse formando blancas estalactitas. Son dos las reacciones de mi cuerpo al pensarlo: por una parte morbo (me encantaría esa foto) y por otra frío, mucho frío. Así que acabo masturbándome bien pegada al radiador y arropada por mi mantita más abrigada. Jejeje, como escena no creo que sea la más caliente o morbosa.

A estas dificultades hay que buscarles solución y sólo he encontrado tres (acepto sugerencias siempre que impliquen sexo grupal):

- Las cabinas de un sex shop

- El cine x

- Un baño público

La tercera opción no la veo muy viable cuando esperas que acudan más de diez personas a follarte y suele ser territorio de los gays (sólo tengo un problema con ese colectivo y es que no me follan a mí, una pena porque no me importaría que lo hicieran).

Así que ayer optamos por la primera opción  y fuimos a un sex shop (no publiqué la convocatoria en el blog porque supe el plan sólo una hora antes, no os hubiera dado tiempo para leerla y acudir).
Yo quería que sacáramos fotos, pero Supercabrón no quiso (seguramente tampoco nos habrían dejado hacerlas), por lo que las que adjuntaré a este post serán de otro día y situación menos especial.

Habíamos leído de uno, cerca de la Gran Vía, que cuenta con una zona de cabinas, glory holes, un pequeño cuarto con una cama y salita de cine x.
Este sitio también es territorio gay, pero por fortuna  van algunos heterosexuales y bisexuales, a otros no les importa follarse a una chica alguna vez (al fin y al cabo sólo es sexo anónimo, no intercambiamos teléfonos, no buscamos una relación) y para otros cualquier agujero es trinchera. ¡Bravo por todos estos por lo que me toca a mí! Siempre he pensado que no hay que limitarse a un sexo, todos contra todos es lo mejor.

Este es el vestido que llevé

Cuando entramos me quité la ropa y me puse un vestidito muy guarrón, que deja poco a la imaginación y buen acceso a todo mi cuerpo.

Empezamos en el cuartito, pero era demasiado pequeño e íntimo. Ahí chupé una polla que no tardó en correrse en mi boca. Pero no buscábamos tanta intimidad. Salimos, dimos una vuelta y entramos a la salita de cine x.
Tiene unas seis filas de cuatro butacas cada una, situadas frente a una pantalla bajo la cual hay una cama.
Fuimos directos a la cama sobre la que se tumbó Supercabrón y yo me arrodillé con el culo y coño en pompa hacia el patio de butacas ofreciéndolos generosamente y empecé a chuparle la polla.

Aquí estoy en una posición similar, aunque ayer
subí un poco más el culo para ofrecerme con
más facilidad.

Algunos chicos se sentaron en primera fila, otros se pusieron en un lateral. Todos dejaron de mirar la pantalla y se sacaron las pollas masturbándose con la escena de sexo real.
En esta ocasión la mamada que le estaba haciendo a mi chico no fue la mejor que ha recibido de mi boca. Mi objetivo no era que él se corriera, quería que los chicos vieran claramente como me la metía entera en la boca, como cambiaba el ritmo de rápido a lento y viceversa, como sacaba mi lengua y la pasaba por su capullo, la bajaba lentamente por el tronco con pequeños y rápidos movimientos hasta llegar a los huevos y al ojo del culo, como pasaba mis dientes sobre ella causándole la extraña sensación de peligro y placer sabiendo que no iba a llegar a morderla (dentro de mí hay una actriz porno fustrada, creo que confundí mi profesión), deseaba que lo vieran en primer plano, quería calentarlos tanto que no les quedara más remedio que regarme con su leche.

Aquí me podéis ver dando un beso negro

Mordiendo huevos

Chupando polla

Pasando la lengua por el capullo

Metiéndomela hasta la garganta

Lo conseguí, de uno a uno fueron acercándose y follándome. Cada vez que recibía su leche yo me subía sobre mi chico para compartir con él la humedad de mi coño mezclada con la espesa leche, para después volver a ponerme culo en pompa y saborear de su polla esos flujos mientras el siguiente me follaba.

 

Yo también me lanzaría a comerme ese coño preñado

Tras alguna corrida en esa posición, me tumbé boca arriba mostrándoles y ofreciéndoles mi coño blanco por el semen.

Hubo un golosón que no quiso follarme, pero se lanzó a relamer todo el semen que salía de mi vagina (yo habría reaccionado igual ante un coño bien llenito de leche).

como hizo este golosón

Tras la última corrida llegó el turno de Supercabrón, que me folló fuerte rebañando lo que quedaba dentro.
Cuando se retiró, les enseñe mi coño, me metí los dedos dentro para metérmelos después en la boca y saborear los frutos de los esfuerzos de los chicos que de forma tan altruista me había regado y llenado.
Nos vestimos y sin limpiarme fuimos a tomar una merecida caña fresquita. En la calle todavía podía sentir como la humedad bajaba por mis piernas, lo que me proporcionó un placer adicional.