Haciendo dogging

El otro día, mientras echábamos un polvo (Supercornudo es el único con el que follo a solas), se nos ocurrió que podríamos acercarnos esa noche a El Pardo para hacer dogging. Para evitar ir hasta allí y encontrarnos solos hicimos una pequeña y rápida convocatoria en un conocido foro. No esperábamos muchas respuestas ya que sólo faltaban 60 minutos para la hora a la que dijimos que estaríamos allí, pero tampoco queríamos dejarlo para otro día.

Cuando llegamos había una parejita acompañada de un chico, pero cuando nos acercarnos nos dijeron que ya se iban. ¡Una pena! Me gusta compartir estas experiencias con otra chica...

Me quité la ropa para dejar clara mi disponibilidad y empecé a chupar la polla a mi chico.

Poco a poco empezaron a llegar los chicos, reconocí a un par de ellos como habituales de la zona, el resto me imagino que serían los que respondieron a nuestra convocatoria.

Dice mi chico que fueron veinte por lo menos, yo no lo sé, siempre veía a un grupito de unos seis a mi alrededor aunque os puedo asegurar que lechadas y polvos fueron más de treinta (bendita juventud que les permite recuperarse rápidamente y repetir).

La quedada se desarrolló como es habitual. Yo de pie, semiagachada, siendo penetrada por delante o por detrás mientras con mi boca y una de mis manos entonaba a los que se acercaban por los laterales o por delante. Algunos no aguantaban y terminaban descargando en mi boca o sobre mi cuerpo.

La ventaja de estos sitios es que hay mucha rotación, y aunque algunos se vayan siempre vienen chicos de repuesto dispuestos a vaciarse dentro de mí. Yo siempre los recibo muy agradecida con la boca, culo y coño abiertos.

Como no tengo fotos de este encuentro, lo voy a ilustrar con unas que tengo de un gang bang. Espero que os gusten y que os den para muchas pajas.